ANALIZA LA ESTRUCTURA EL DESARROLLO ECONÓMICO Y
POLÍTICO DE LA POBLACIÓN VII:
BIODIVERSIDAD CULTURAL E INTERCULTURAL DE LAS REGIONES
biodiversidad o diversidad biológica es, según el Convenio Internacional sobre la
Diversidad Biológica, el término por el que se
hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los
patrones naturales que la conforman, resultado de miles de millones de años de evolución según procesos naturales y
también de la influencia creciente de las actividades del ser humano. La
biodiversidad comprende igualmente la variedad de ecosistemas y las
diferencias genéticas dentro de
cada especie que permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas
mutuas interacciones con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el planeta.
El término «biodiversidad» es
un calco del inglés «biodiversity». Este término, a su vez, es la contracción
de la expresión «biological diversity» que se utilizó por primera vez en
septiembre de 1986 en el título de una conferencia sobre el tema, el National
Forum on BioDiversity, convocada por Walter G. Rosen, a quien se
le atribuye la idea de la palabra.1
La Cumbre de la Tierra celebrada
por Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992 reconoció
la necesidad mundial de conciliar la preservación futura de la biodiversidad
con el progreso humano según criterios de sostenibilidad o sustentabilidad promulgados
en el Convenio internacional sobre la Diversidad Biológica que fue
aprobado en Nairobi el 22 de mayo de 1992, fecha
posteriormente declarada por la Asamblea General de la ONU como Día
Internacional de la Biodiversidad. Con esta misma intención, el año 2010 fue
declarado Año Internacional de la
Diversidad Biológica por la 61ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006,
coincidiendo con la fecha del Objetivo Biodiversidad 2010.2
El aspecto ecológicoELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL ESTADO
2. EL TERRITORIO.
Hace referencia al papel de la diversidad biológica desde
el punto de vista sistémico y funcional (ecosistemas). Al ser
indispensables a nuestra propia supervivencia, muchas de estas funciones suelen
ser llamadas “servicios”:
Los elementos que constituyen la diversidad biológica de
un área son los reguladores naturales de los flujos de energía y de materia. Cumplen
una función importante en la regulación y estabilización de las tierras y zonas
litorales. Por ejemplo, en
las laderas montañosas, la diversidad de especies en la capa vegetal conforma
verdaderos tejidos que protegen las capas inertes subyacentes de la acción
mecánica de los elementos como el viento y las aguas de
escorrentía. La biodiversidad juega un papel determinante en procesos atmosféricos y climáticos. Muchos
intercambios y efectos de las masas continentales y los océanos con la
atmósfera son producto de los elementos vivos (efecto albedo,
evapotranspiración, ciclo
del carbono, etc).
La diversidad biótica de un sistema natural es uno de los
factores determinantes en los procesos de recuperación y reconversión de
desechos y nutrientes. Además algunos ecosistemas presentan organismos o
comunidades capaces de degradar toxinas, o de
fijar y estabilizar compuestos peligrosos de manera natural.
Aún con el desarrollo de la agricultura y la
domesticación de animales, la diversidad biológica es indispensable para
mantener un buen funcionamiento de los agroecosistemas.[9] La
regulación trofodinámica de las poblaciones biológicas solo es posible
respetando las delicadas redes que se establecen en la naturaleza. El
desequilibrio en estas relaciones ya ha demostrado tener consecuencias
negativas importantes. Esto es aún más evidente con los recursos marinos, donde
la mayoría de las fuentes alimenticias consumidas en el mundo son capturadas
directamente en el medio. La respuesta a las perturbaciones (naturales o
antrópicas) tiene lugar a nivel sistémico, mediante vías de respuesta que
tienden a volver a la situación de equilibrio inicial. Sin embargo, las
actividades humanas han aumentado dramáticamente en cuanto a la intensidad,
afectando irremediablemente la diversidad biológica de algunos ecosistemas y
vulnerando en muchos casos esta capacidad de respuesta con resultados
catastróficos.
La investigación sugiere que un ecosistema más diverso
puede resistir mejor a la tensión medioambiental y por consiguiente es más
productivo. Es probable que la pérdida de una especie disminuya la habilidad
del sistema para mantenerse o recuperarse de daños o perturbaciones.
Simplemente como una especie con la diversidad genética alta, un ecosistema con
la biodiversidad alta puede tener una oportunidad mayor de adaptarse al cambio
medioambiental. En otros términos: cuantas más especies comprende un
ecosistema, más probable es que el ecosistema sea estable. Los mecanismos que
están debajo de estos efectos son complejos y calurosamente disputados. Sin
embargo, en los recientes años, se ha dejado claro que realmente hay efectos ecológicos de
biodiversidad.
Una elevada disponibilidad de recursos en el ambiente
favorece una mayor biomasa, pero también la dominancia ecológica y
frecuentemente ecosistemas relativamente pobres en nutrientes presentan una
mayor diversidad, algo que es cierto sistemáticamente en los ecosistemas
acuáticos. Una mayor biodiversidad permite a un ecosistema resistir mejor a los
cambios ambientales mayores, haciéndolo menos vulnerable, más resiliente por cuanto el
estado del sistema depende de las interrelaciones entre especies y la
desaparición de cualquiera de ellas es menos crucial para la estabilidad del
conjunto que en ecosistemas menos diversos y más marcados por la dominancia.
links
sobre diversidad cultural en las diferentes regiones
elementos constitutivos del estado
No hay comentarios:
Publicar un comentario